miércoles, 24 de septiembre de 2014

La tradición de tejer mandalas


Los mandalas tejidos son también conocidos como ojitos de dios o también huichol; éstos son una pieza sagrada de la cultura wixarika y han trascendido su región de origen en el oeste de México.

En la cultura huichol o wixarika , los ojos de dios o si'kuli son símbolos de poder y sirven para ver y para entender las cosas desconocidas. En su sentido ceremonial, el si’kuli es una ofrenda que se hace a los dioses para pedir por el buen crecimiento de los niños.

El diseño original huichol tiene 4 esquinas, que representan los 4 elementos primordiales de la vida: agua, viento, tierra, fuego, guardados en las 4 esquinas del universo. En el centro se encuentra el quinto elemento, la esencia divina, el amor, guardado en el corazón de todo lo creado, de todo ser de vida y esta esencia se sostiene en conciencia.

En las tradiciones huicholes se lo considera un talismán y lo relacionan con los ciclos de vida en la naturaleza, los ciclos del sol, la luna, las lluvias y el crecimiento de los alimentos vegetales.
El si’kuli es multicolor, tiene forma de diamante y se teje con estambres de colores en sentido diagonal sobre una cruceta de varas.

En el caso de los ojos de dios ceremoniales, estas borlas tienen que hacerse con algodón natural. La forma del si’kuli hace referencia a los cinco puntos cardinales, a los cinco rumbos del universo.
Los colores que se usan en el rombo son básicamente el blanco, el azul en varios tonos, el amarillo, el rojo y el negro. Los colores se eligen y se ordenan de acuerdo con la petición específica que quiera hacerse.

Los tejidos y las creaciones hechos manualmente recuerdan el trabajo de la naturaleza en la formación del ser viviente, pues los seres vivos están formados por “tejidos” naturales y el proceso del trabajo en forma manual responde al desarrollo natural de los ciclos, en diferentes fases y a un ritmo alineado con la esencia de lo natural y de la creación de la vida.

Tejer es, en América, orar, es hablar con dios y expresar al espíritu de dios en el mundo.





lunes, 22 de septiembre de 2014

El error como posibilidad

Muchas veces se tiene la convicción de que el arte consiste en una representación prolija, ejecutada a la perfección cumpliendo con todos los patrones preestablecidos de lo que se entiende por tal. Por otra parte el error siempre es una transgresión, desviación o uso incorrecto de una norma.

En el momento que el arte se aparta de la presión normativa del academicismo (dado de forma notoria a lo largo del siglo XX a través de las vanguardias) aquella diferencia que exponen las ciencias exactas como una deficiencia, en el arte obtiene un sentido positivo, pasa a ser una alternativa a lo establecido que ofrece un sin fin de posibilidades.

Por esta razón quienes nunca han experimentado más allá en las artes plásticas presentan cierta incomodidad al momento de pintar, modelar o recortar, sin embargo cuando se cambia el objetivo del quehacer artístico, sin un parámetro de medición de por medio, obtenemos una situación totalmente distinta tanto en el proceso como en el  resultado.

Frecuentemente se evalúa en base al error y a la perfección como polos totalmente opuestos dentro de las distintas técnicas plásticas, tecnológicas, soportes y medios audiovisuales, así mismo se intenta suprimir este "error", pero en su uso también se oculta una posibilidad estética e ideológica. Muchas veces fallar en un trazo o pintar de otro color sobre un lienzo, nos devuelve una imagen imposible de concebir de otra manera. Los límites se desdibujan y se nos presenta la “verdad” sin simulaciones. Líneas, manchas, ondas, rayas y formatos que se van definiendo constantemente en sus errores. Esto es lo que lo hace único, revolucionario y bello al error. Allí reside su valor. Cuando el error pasa a ser la perfección en sí, el disfrute del proceso es incuestionable.

La finalidad de las artes es poder expresarnos en todo nuestro esplendor, manifestar por medio de la pintura, la danza, el teatro, la música... aquello que nos sucede, lo que sentimos y lo que queremos compartir. Las producciones y reflexiones de Luigi Russollo y John Cage en la música, Marcel Duchamp en las artes visuales, Nam June Paik, y Wolf Vostell, entre otros, no hacen más que continuar la propuesta de inclusión del error en el ámbito artístico y confrontar los usos habituales que nos rodean estética y culturalmente.



sábado, 20 de septiembre de 2014

¿Cómo intencionar mandalas por medio del color?


Los colores adquieren especial importancia cuando se trata de mandalas, ya que dependiendo de los colores  podemos generar distintas  reacciones y sanaciones en quién los contempla, así como quien los hace. Esto se debe a la relación que existe entre los chakras y ciertos colores.

Los chakras son centros de energía, por lo tanto a través de la bioenergía se equilibra la distribución de esta en nuestro cuerpo.

1 Chakra:
Este Chakra es el centro de la fuerza física, la vitalidad, la capacidad de concretar proyectos en la vida, la acción, la iniciativa, el impulso, la capacidad de supervivencia, la auto preservación, el placer amoroso y sexual, la seguridad y decisión.
 color: Rojo

2° Chakra:
 Este Chakra en un nivel emocional gobierna el sentido del gusto y el apetito. Esto se aplica a los niveles físicos así como al sentido más espiritual de Amar y disfrutar la vida.
 Este centro influye en la sensación y la emoción, el deseo, el placer  y la sexualidad. Está conectado a la consciencia de la creatividad y controla muchas funciones de la personalidad. Se puede estimular con colores para abrir la comunicación con las energías y los seres del plano astral de la vida.
 color: Naranja

3° Chakra:
Está vinculado intrínsecamente con nuestro sentido de autovaloración y de poder personal.
Su energía nos sirve de ayuda para sentirnos  autorrespetados, decididos y confiados. Cuando somos sumisos o susceptibles a las influencias de otras personas, la energía procedente de este centro se torna débil y nos hallamos carentes de poder.
color: Amarillo

4° Chakra:
 Este Chakra actúa como el núcleo de nuestro cuerpo físico y de nuestra esencia espiritual. Como el Corazón es el órgano más importante de nuestro cuerpo, conocido como el “emperador” en la medicina china, así el amor es el centro de nuestras vidas.
Este centro media y equilibra las actividades de los demás chakras hasta el punto de que, si está desequilibrado, es muy probable que desequilibre a los demás. Está enlazado con ese nivel de nuestra consciencia que despierta la compasión más elevada y nuestras capacidades de sanación innatas.
color: Verde

5° Chakra:
Este es el centro de la auto-expresión, de la creatividad y de la fuerza de voluntad. El Chakra de la Garganta nos ayuda a dirigir la energía que utilizamos en la creatividad y la comunicación.
     Actúa como un puente entre los sentimiento que se centran en el chakra del Corazón y los pensamientos que se centran en el chakra del Entrecejo.
 color: Azul

6° Chakra:
A este chakra se le conoce como el centro de control del Cuerpo, debido a que es desde aquí desde donde se ejerce el control consciente que logra el bienestar físico, emocional y mental.
Si está equilibrado combina un Cerebro Izquierdo claramente enfocado, que calcula y analiza y un cerebro derecho abierto, que es donde residen las facultades Intuitivas, Artísticas y Psíquicas. Nos enseña discernimiento y sabiduría.
Nos ayuda a ver con claridad lo que es importante para nuestro bienestar y felicidad y nos aporta un sentido de perspectiva, así como de intuición.
color: Morado

7° Chakra:
Controla todos los sistemas del cuerpo, regulando el sistema nervioso central y periférico, los huesos, músculos, articulaciones, ojos, boca, oídos, nariz, boca y cabeza.
También se llama chacra coronario, ubicado en lo alto de la cabeza, es el más resplandeciente de todos cuando se despierta en toda su actividad, parece contener una gama indescriptible de colores, pero en su conjunto predomina el violeta, es asiento del alma o tercer ojo.
color: Blanco o Violeta



viernes, 19 de septiembre de 2014

Mandalas

Mandala significa círculo en sánscrito. 
Esta palabra es también conocida como rueda y totalidad, lo que rodea un centro.

Más allá de su definición como palabra, desde el punto de vista espiritual es un centro energético de equilibrio y purificación que ayuda a transformar el entorno y la mente. También se le define como un sistema ideográfico contenedor de un espacio sagrado.

Los mandalas son utilizados desde tiempos remotos. Tienen su origen en la India y se propagaron en las culturas orientales, en las indígenas de América y en los aborígenes de Australia.

En la cultura occidental, fue Carl G. Jung, quien los utilizó en terapias con el objetivo de alcanzar la búsqueda de individualidad en los seres humanos. Jung solía interpretar sus sueños dibujando un mandala diariamente, en esta actividad descubrió la relación que éstos tenían con su centro y a partir de allí elaboró una teoría sobre la estructura de la psique humana.

Según Carl Jung, los mandalas representan la totalidad de la mente, abarcando tanto el consciente como el inconsciente. Afirmó que el arquetipo de estos dibujos se encuentra firmemente anclado en el subconsciente colectivo.

Los mandalas también son definidos como un diagrama cosmológico que puede ser utilizado para la meditación. Consiste en una serie de formas geométricas concéntricas organizadas en diversos niveles visuales. Las formas básicas más utilizadas son: círculos, triángulos, cuadrados y rectángulos. 

Estas figuras pueden ser creadas en forma bidimensional o tridimensional. Por ejemplo, en la India hay un gran número de templos realizados en forma de mandalas. Los diseños son muy variados, pero mantienen características similares: un centro y puntos cardinales contenido en círculos y dispuestos con cierta simetría.

Según la Psicología, el mandala representa al ser humano. Interactuar con ellos te ayuda a curar la fragmentación psíquica y espiritual, a manifestar tu creatividad y a reconectarte con tu ser esencial. 

Siendo cada mandala básicamente un círculo, es la forma perfecta, y por ello nos representa el símbolo del cosmos y de la eternidad. Nos representa la creación, el mundo, el dios, el ser humano, la vida. Podríamos decir que todo en nuestra vida posee las formas del círculo. Desde el universo (el sol, la luna, los planetas) hasta el esquema de toda nuestra naturaleza, los árboles, las flores, etc. todos siguen una línea circular. ¿Y que decir del átomo o la célula?. Todo lo que nos rodea tiene la forma de círculo.


Es como comenzar un viaje hacia tu esencia, te abre puertas hasta ahora desconocidas y hace que brote tu sabiduría interior. Integrarlas a tu vida te dará centro y la sensación de calma en medio de las tormentas. 

El trabajo de meditación con mandalas puede consistir en la observación o el dibujo de éstos. 
En el primer caso, con sólo sentarte en un lugar cómodo, lograr una respiración rítmica y profunda, y disponerte a observar algún mandala de tu elección, puede llevarte a un estado de relajación y te sentirás más alerta ante los hechos que suceden a tu alrededor. El proceso de observación puede durar entre tres y cinco minutos.

En el segundo caso, puedes dibujar mandalas o colorearlas. Se recomienda que si estás vinculándote con estas imágenes, comiences por pintarlas. Para ello, escoge un modelo que te inspire, selecciona los instrumentos (colores, marcadores, acuarelas, por ejemplo), y luego instálate en un sitio tranquilo. Puedes colocar música si lo deseas y comienza tu trabajo. 

Hay técnicas variadas, todo dependerá del tu estado de ánimo y de lo que el mandala que desees pintar te transmita. Si crees que necesitas ayuda para exteriorizar tus emociones, puedes colorearlas de adentro hacia fuera; si por el contrario, quieres buscar tu centro, píntalas de afuera hacia adentro.

Este es un trabajo que puede hacer cualquier persona, sin importar su edad y al mismo tiempo es una práctica sencilla que redundará en beneficios personales y en la consecución del equilibrio interno.



martes, 9 de septiembre de 2014

Más que arte y terapia

El arteterapia va más allá de la simple descomposición de la palabra.
Las artes son fundamentales en nuestro desarrollo personal ya que actúan a través de nuestra necesidad e instinto básico de poder expresarnos y manifestarnos. Por ello cada día las artes visuales asumen un rol más protagónico dentro del área de la educación, la psicología y la salud mental, especialmente por medio de la terapia, ya que en este ámbito muchas veces la comunicación fluye de manera más coherente utilizando técnicas plásticas y visuales.

Los objetivos del arteterapia son diversos y pueden variar según el contexto de la práctica, pero a rasgos generales podríamos decir que el uso de técnicas plásticas y visuales en arteterapia ayudan a los individuos de las siguientes maneras:
  • Expresando sentimientos difíciles de hablar
  • Incrementando el autoestima y la confianza
  • Desarrollando habilidades confrontativas saludables
  • Identificando los sentimientos y bloqueos de expresiones emocionales y de crecimiento
  • Proveyendo una vía de comunicación
  • Haciendo la expresión verbal más accesible
Estos objetivos enfatizan la capacidad del arte en terapia para expresar y comunicar sentimientos a trabajar con y a través de las áreas de dificultad facilitando la reflexión, discusión, cambios en la conducta, oportunidades de reflexión profunda y aprendizaje en los pacientes de los lenguajes y procesos creativos artísticos.

Los materiales a utilizar pueden variar mucho dependiendo de diversos factores como la elección o la disponibilidad. Se pueden usar desde los materiales tradicionales (acuarela, óleo, lápices de color, rotuladores, etc.) así como otros diversos y alternativos como el material de reciclaje cajas, revistas, cuerdas, lana, juguetes, ropa, entre otros. Las nuevas formas de tecnología como computadoras, software y creación de estudios virtuales se han ido incorporando a la práctica en cooperación de la fotografía y medios audiovisuales.

El arte en la arteterapia se sigue desarrollando, creando y respondiendo a las nuevas formas culturales como el continuo acercamiento a las artes visuales de manera mucho más honesta y cercana, sin vergüenza de tomar unas tijeras un trozo de papel y crear un collage, o de empoderarse con un pincel en la mano, siendo capaz de proyectarlo al resto, disfrutando el proceso de creación de una obra tanto como el resultado de ésta, porque para mí de eso se trata el arte, de descubrir, de experimentar, de disfrutar y de sanarse a través del arte.